NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES DE UN NIÑO CON SÍNDROME DE DOWN

Es de gran importancia proporcionar al niño, desde el momento en el que nace, unos estímulos visuales, ya que, su aprendizaje es más complejo, y por esta razón necesita unas ayudas que le hagan este aprendizaje lo menos complicado posible.

Estos niños necesitan una intervención lo antes posible para favorecer su desarrollo.

Por otra parte, tanto los profesores como los padres, deben saber que al principio les cuesta un poco más este aprendizaje, y probablemente, podrán observar como hay épocas en las que parece que el alumno va avanzando y otras en las que parezca que ese desarrollo se haya detenido.

Para mantener una actitud de ayuda y poder darle unas respuestas educativas hacia ese desarrollo hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

- Acentuar las posibilidades y no las limitaciones.
- No sobreproteger,
- Dejar que la persona organice su vida.
- No calificar a la persona por su discapacidad.
- Darle el tiempo que necesite para favorecer sus intervenciones.
- Darle oportunidades, mediante estrategias de acceso, para que comprenda su entorno.
- Facilitar la interacción con el entorno, a través de la comunicación.

Los profesores deben de realizar una atención educativa a estos alumnos. De modo que, para ello, deben de conocer las características de estos alumnos y así, poder ofrecerles las mejores respuestas. Deben conocer que estos niños tienen dificultades para retener y comprender la información. Por lo tanto, los profesores deben seguir una serie de pautas para que este alumno tenga las menos dificultades posibles en aula, por ejemplo, hablarle claramente y muy despacio, mirarle a los ojos siempre que le vayamos a decir algo, nombrar todos los objetos que vayan a utilizar y también exponerle las funciones de cada uno de esos objetos. Es importante también, que manipulen los objetos y observen fotografías de ellos, de esta forma podrán relacionar la imagen con la palabra y por lo tanto, su adquisición del lenguaje se favorece.




En la escuela, estos niños necesitan una adaptación curricular para poder dar la mejor respuesta a sus necesidades. Para llevar a cabo esta adaptación curricular, los tutores reciben la ayuda de unos equipos denominados “Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica”, que son unos de los encargados en identificar las necesidades educativas especiales, que estos niños pueden llegar a tener.
Este equipo, tras identificar tales necesidades realizan una evaluación psicopedagógica, y posteriormente, la información que obtienen de dicha evaluación, la dejan reflejada en el informe psicopedagógico.
Este informe sirve para conocer la situación de desarrollo y educativa que tiene el alumno, para concretar sus necesidades especiales, y por último se hace referencia al tipo de ayuda que puede necesitar el alumno.